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Cada fragancia cuenta una historia. Comienza con una apertura que capta la atención, se despliega en un corazón que revela su personalidad y se asienta en una base que permanece en la memoria.
Esta estructura, la pirámide olfativa, es la forma en que los perfumistas describen el recorrido de un perfume a lo largo del tiempo.
Comprender cómo funciona te ayuda a entender mejor tus composiciones olfativas y la experiencia que generan en tus productos.
La pirámide olfativa, explicada
Las fragancias no son estáticas. Evolucionan. Por eso usamos la imagen de una pirámide: para mostrar cómo cada capa del perfume aparece, se mezcla y se desvanece.
- Las notas de salida son lo primero que se percibe. Son brillantes, frescas y volátiles, como los cítricos, la menta o las hojas verdes. Desaparecen rápido, pero marcan la primera impresión.
- Las notas de corazón llegan después. Son el núcleo de la fragancia, le dan carácter y equilibrio. Aquí suelen encontrarse flores, especias o frutas cremosas.
- Por último, las notas de fondo son la base. Son las que más duran y sostienen el conjunto. Maderas, almizcles, ámbar o vainilla: ingredientes que aportan riqueza y persistencia.
Cada nivel apoya al siguiente. Juntos crean movimiento: del brillo a la profundidad, de la atención a la emoción.

Cómo influye en la experiencia del producto
En productos perfumados, entender la pirámide olfativa permite diseñar la experiencia sensorial que quieres ofrecer.
- Un champú que estalla en cítricos y termina en un almizcle limpio transmite frescura y energía.
- Una vela que comienza floral y acaba en maderas suaves genera calidez y confort.
- Una crema con una salida dulce y una base cremosa se siente envolvente y placentera.
Reconociendo qué notas pertenecen a cada parte de la pirámide, puedes describir y afinar la experiencia olfativa que deseas para tu producto: con claridad, creatividad y precisión.
La fragancia, descifrada
Una fragancia es más que lo que olemos; es cómo nos sentimos a través de su perfil olfativo.
La pirámide olfativa ayuda a traducir esa sensación en estructura, mostrando cómo un perfume se mueve en el tiempo y en la emoción.
Cuando la comprendes, empiezas a notar la arquitectura invisible detrás de cada creación olfativa, y cómo influye en la forma en que las personas conectan con tus productos.